Pensé en el increíble hulk, y seguía pareciéndome poco.
Pensé después en Giorno. Empecé a ver una pequeña aproximación.
Nada triunfa como el exceso
(...)
Soy el hombre al que llaman Muerte Súbita y también
Desolación General.
Fui engendrado por un huracán,
y maldecido por un terremoto;
Soy mediohermano del cólera,
y estoy estrechamente vinculado a la viruela por línea
materna.
Soy el hombre con el corazón petrificado y los intestinos
de hierro.
Diecinueve lagartos y un barril de whisky
son mi desayuno cuando estoy sano;
Una fanega de serpientes de cascabel y un cuerpo muerto
si es que me estoy reponiendo.
Me rasco la cabeza con relámpagos,
y bailo el tango con un huracán de grado cinco,
aspirando incontables casas rodantes.
Parto rocas eternas con mi mirada,
y exprimo al trueno cuando hablo.
¡Yú-juu!
Retrocedan y denme el espacio que corresponde a mi
poder.
La sangre es mi bebida natural,
y los lamentos de los moribundos son música para mis
oídos.
(...)
Así están las cosas. Más o menos.