lunes, 6 de abril de 2009

En abril: sopa (de poetes)

A ver cómo retomo esto…

—Leed, pues, estos versos —concedió el Rey.
El Conejo Blanco se caló las gafas y preguntó:
—¿Por dónde quiere su Majestad que comience?
—Comienza por el comienzo —le dijo el Rey, con toda gravedad—; continúa con la continuación y finaliza en el final. Y luego párate.

Sin proponérmelo, cojo el hilo donde lo dejé, más o menos. Lo primero es lo primero: las gracias a los soperos. Mil quinientas gracias por ese patocuchara que ya he puesto ahí al lado, junto a mis lemas domésticos. Un honor. Continúo con las disculpas por este silencio prolongado, creo que no tengo excusa. Y finalizo con un “intentaré ser lo aplicada que solía y tal”. Me paro.

Besos a punta pala,

SDUC