Dejo un vídeo que me hace no pensar.
La tontería se abre a todo: al hacer de cualquier cosa un objeto de atención y de posible compromiso, suministra una ocupación en la vida (ocupación cuya experiencia embriagadora realizan Bouvard y Pécuchet). (...) La tontería es una vocación, mejor aún, un sacerdocio, con sus ídolos, sus párrocos, sus fieles. Quizá sea aventurado conjeturar que la tontería se caracteriza más bien por la ilusión de poder alcanzar un fin que por la falta de inteligencia de los medios empleados para lograr este fin. La tontería de Bouvard y Pécuchet no consiste en no comprender, por ejemplo, la química, sino en aprenderla: es decir, en considerar que esta proeza constituye por sí misma un objetivo que podía colmarlos.
Clément Rosset, Nota breve sobre la tontería.