domingo, 23 de diciembre de 2007

De felicitaciones, fuegos varios y Ángel González


Al margen derecho, la rabiosa actualidad: Zapatero se dirige hacia Málaga cual misil de corto alcance. Más que una noticia parece una amenaza en Guerra Fría, pero no he tocado el titular ni el texto que lo acompaña, están tal cual.

Si alguien compró ayer sábado el Sur vería en la contraportada, abajo del todo, un pequeño anuncio del S’candalo felicitando las fiestas a sus clientes. Lo juro, es cierto. Tiene un puntazo el detalle de felicitar abiertamente estas fechas a su fiel clientela, aunque eché de menos un poco más de atrevimiento por parte del publicista... mencionar “la familia” o “los tuyos” habría sido sublime.

Mañana cena familiar. No puedo ofrecer pavo pero sí al incendiario de Ángel González, “alocución a las veintitrés”. Quememos a quien diga lo contrario.


Ciudadanos perfectos a estas horas,
honorables cabezas de familia
que lleváis a vuestros labios vuestra servilleta
antes de pronunciar las palabras rituales
en acción de gracias por la abundante cena:

vuestra responsabilidad de sólidos pilares
de la civilización y de Occidente
del consumo de bicarbonato sódico
y del paternalismo hacia la servidumbre,
exige de vuestra parte
cierta ignorancia de hechos también ciertos,
un esfuerzo final en bien de todos,
la tozuda incomprensión de algunas realidades,
la fe más meritoria, en resumen,
que consiste
en no creer lo evidente.


Yo podría jurar que la tierra está fija
-ya lo juré otras veces-
y que el sol gira en torno a ella;
yo podría negar que la sangre circula
-lo seguiré negando, si hace falta-
por las venas del hombre; yo podría
quemar vivo a quien diga lo contrario
-lo estoy quemando ahora-.

No es que sean importantes los asuntos
objeto de polémica:
lo importante es la rígida
firmeza en el error.
Pues las mentiras viejas se convierten
en materia de fe,
y de esa forma
quien ose discutirnos
debe afrontar la acusación de impío.
Con esto,
y una buena cosecha de limones,
y la ayuda impagable de nuestros coaligados,
podemos esperar algunos lustros
de paz como esta de hoy,
tras una cena
lo mismo que esta de hoy.

Tal como siempre, pues, pedid, pedid conmigo:
Más fe, mucha más fe.
Que en cierto modo,
creer con fuerza tal lo que no vimos
nos invita a negar lo que miramos.




Post el post: Redemption song. (Gracias, Sr.Curri!!!)