martes, 27 de mayo de 2008

¿Cómo dice...?




No necesito conectarme al messenger o al google-talk para iniciar una comunicación con feedback. Mi portátil me habla. Nos conocemos ya, hemos intimado bastante. Sabemos qué nos vamos a decir el uno al otro con solo mirarnos a los ojos-pantalla. Pulso “espacio”, por ejemplo, nada más arrancar y sé que me dirá que “hay una versión actualizada del pecesuit disponible ya para su descarga” y que “haga clic en el icono en forma de globo para descargarlo”. Él ya sabe que le voy a decir que paso en moto, que no sé qué es pecesuit y hasta ahora vivo bien sin eso, pero por si cambio de opinión, prueba a consultarme todos los días, como cualquier pareja convencional que espera tu momento débil.

Después de este saludo mañanero, paso al word. Aquí tengo la sísifo-historia. Afortunadamente desapareció el clip que saltaba alrededor de mi documento y que siempre pensaba que tenía intención de escribir una carta cuando empezaba unas alegaciones o un recurso. Ahora lo que tengo es una pantalla de advertencia perenne que viene a decir que estoy usando un office que no es original. Ya. ¿Y qué hacemos? No tengo intención de comprar un programa original, así que déjame y ábrete en plan pirata o como te dé la gana, digo. Pero el muy puto sólo me da dos opciones, a saber: a) obtener más información sobre el software original -paso-, o b) decirle que me lo recuerde más tarde. Vale, más tarde. Pero cuando ya estoy metida en faena, concentrada, con el hilo cogido, word considera que ya ha llegado “más tarde”. (No, no aparece la opción “no volver a mostrar esta recomendación”). Es un tormento chino muy estudiado, como se puede ver. Yo he sucumbido y le he pedido al maridoquenotengo que haga el favor de comprarme lo que sea para que microsoft deje de tratarme como a una vulgar usurpadora de los derechos de Bill Gates, pero me dice que va contra sus principios rendirse ante el sistema, así que aquí estoy, pidiendo una y otra vez que me recuerden algo que inexorablemente no puedo olvidar: mi word es falso.

Esta mañana ha sido nero-burning-rom quien ha querido decirme algo, pero ya con un tono amenazante y serio. Pretendía grabar un cedé de Satie hasta arriba cuando apareció un pantallazo gris en los siguientes términos: “Esta compilación contiene demasiados datos, no caben en el disco según su capacidad normal”. Vaya por Dios. “¿Desea intentar la grabación de tamaño extra bajo su responsabilidad? Pueden producirse errores de lectura al final del disco o incluso dañar el grabador”. Pero bueno, ¿bajo "mi" responsabilidad? ¿Todo lo que ha hecho el portátil hasta ahora era bajo "su" responsabilidad? ¿Y qué es eso de que lo mismo se producen errores de lectura o incluso daños en el grabador?, ¿una amenaza? Ni hablar. Hasta aquí hemos llegado. Temo encontrarme en la próxima advertencia la teoría de los elementos negativos del tipo o doctrina sobre las eximentes completas e incompletas. Por Huxley santo, ¿acabaré por necesitar la tutela de un abogado para vivir en este mundo tecnológico?