sábado, 1 de diciembre de 2007

Represión del arte

Increíble pero cierto. Han detenido a tres jóvenes por quemar catorce contenedores la pasada madrugada, sin averiguar antes si había una intención artística detrás, como tomos podemos intuir. Para leer la noticia aquí.

La performance tuvo lugar en El Limonar, avenida el Mayorazgo y calle Federico Fellini. Qué bien pensado, qué guiño. No habría sido lo mismo hacerlo en el paseo Antonio Machado o en la rotonda de Manuel Alcántara, ya que el significado variaría. Dice el periódico que los jóvenes artistas grabaron su obra con el móvil, a lo Paul McCarthy, pero he rastreado el youtube y nada de nada. Dice el redactor de la noticia que era sólo una forma de pasar el rato y que no pretendían cambiar el mundo. Pues yo intuyo que pretendían hacer una crítica de los valores del Estado aconfesional. Catorce fuegos son precisos para crear una sinagoga. Catorce contenedores ardiendo a todo trapo.

Primero fue el basurero de limasa, ahora a las jóvenes promesas del arte contemporáneo. Así nunca contaremos con un Santiago Sierra o una Orlan.