domingo, 13 de enero de 2008

La baja de un vehículo: cuestiones prácticas


No hice trizas el certificado de destrucción. A veces controlo mis impulsos. La finalidad era dar de baja el coche, pero si alguien de paso tiene interés en saber qué siente Ana Obregón cuando entra o sale de un restaurante le digo que lo tiene al alcance de su mano. Tan sólo hay que aproximarse a eso de las doce de la mañana a la puerta de la jefatura de tráfico. No hace falta entrar. En plena calle de repente cuatro desconocidos te asaltarán con una batería de preguntas: ¿Necesita un certificado médico? ¿Le gestiono la baja del coche? Todo mientras otros te reparten unos papeles que vas cogiendo por si acaso y que no son más que las mismas preguntas que te están haciendo, pero por escrito. Todo muy coordinado, las cosas como son. Una vez dentro, varias colas. Es preciso hacer una primera cola, motor primero, para que te den un número cifrado que te permitirá hacer la “verdadera cola”. Tardé en darme cuenta. Ya sólo queda esperar una hora y tres cuartos para saber si has perdido la mañana. V513. Ipod. Play. Camarón pega un tiro al aire. Afortunadamente hay donde sentarse y hay lectura: un veinteminutos del día sobre el que han podido pasar mínimo veinte culos antes. V485 15<-. Destaco el artículo "cómo conservar la placa vitrocerámica". Entre sartenes, dice, siempre se derraman líquidos y se puede arañar el cristal. Qué gran verdad. C173 07->. Entiendo que los dos últimos numerillos indican el mostrador, pero no acabo de comprender la señal que lo acompaña. Media hora después averiguo -sin preguntar- que te están dando pistas, derecha o izquierda. You don´t have to put on the red light, those days are over… C178 14<-. Una vez volteado el periodiquillo decido leer el de la señora que tengo sentada delante: “Ana Rosa Quintana también fue becaria y se acuerda”, reza Metro. Sí, yo lo recuerdo también, pienso. V513 15<-. Informo de mis siniestras y artísticas intenciones. Muestro mis undostrescuatrocinco papelesjustlikethat. Grapa todo, teclea y me da una cuartilla que saca por la impresora y después sella. Me felicita: Ha dado de baja el coche.